Quebrada del Condorito
AUTOR: Mara y Majo
LUGAR: Parque Nacional Quebrada del Condorito
PROVINCIA/PAIS: Córdoba, ARGENTINA
FECHA: Julio de 2004
Día más frío del año. Majo se pregunta insistentemente:_ qué hemos hecho??? Por qué ahora? Por qué en carpa a “vivir la naturaleza” y no disfrutar de la vida cultural de Bs. As?.-. Las dudas no logran atentar contra las ansias de aventura. A las 24:20, del ya Viernes 9 de Julio, espero a Mara en la terminal de 197, pelea de perros y conmoción mediante en la terminal. El micro llega pero mi partener no aparece, es que ya estaba en su quinto sueño equipada con sus tapones y tapada en su campera inconfundible fucia. Mi sueño tampoco tarda en llegar, eso sí, un poco “plegadas” porque quién sabe por qué cuestión, nuestros asientos tienen menos espacio que el resto- y no es sólo una percepción fastidiosa nuestra.
Llegamos a las 9:30 a la terminal de Córdoba. El micro para la ruta de Las
altas Cumbres sale una hora después. Viendo la cantidad de gente con cara de
“decepción” – para decirlo suavemente- Mara se alegra no sólo de haber
reservado los pasajes desde Bs. As., si no que se los hayan guardado: _ Adorable
empleado!!!-. El que no es muy “adorable” es el chofer con el que intentamos
“congraciarnos” con mate y galletitas para que nos corra la cortina de
enfrente y poder contemplar mucho más el paisaje!!!. Finalmente la astucia y el
don de mando de Mara logran su cometido- le pide a un suboficial que las corra
él mismo-.
A las 11:30 aproximadamente nos encontramos en La Pampilla, ingreso obligado al
parque Nacional. Rearmamos las mochilas para poder guardar la de trekking que
contenía, hasta ese momento, el termo, mate, galletitas y otras cosas ricas (
qué golosas!!). y empezamos la caminata.,Así, para aclimatar, subimos haciendo
equilibrio con las mochis por las dos tranqueras.
Para
variar, no puedo dejar de reírme de la visión trasera de Mara, sus dos piernas
flacas cargando el peso de la mochila!!!. No deja de parecerme una de esas
empanadas que bailan en Cabildo y Juramento!!. Cuando pasamos por el puesto del
guardaparque nos atienden muy bien, salvo por un “pequeño” detalle: todo lo
más divertido está prohibido; no se puede cruzar el río Condorito, no se
puede acceder al balcón sur ,etc ,etc. Nos sugieren una vuelta inmensa para
poder ir al balcón: salir del parque, caminar unos cuantos km o tomar el micro,
en realidad un gran rodeo para algo tan sencillo y que estará tan cerca
nuestro. Por el momento nos resignamos y salimos para Pampa Pajosa, el lugar de
acampe. Llegar nos lleva un poco menos de hora y media, previa parada para comer
algo. Casi llegando comienza a levantarse un viento frío, acompañado de una
neblina espesa. Nos abrigamos. La verdad es que mucho no se puede ver el paisaje
por la neblina, pero por el momento sólo queremos armar la carpa. Sobre
llovido, mojado!!!! Empieza a nevar!!. Una vez que armamos nuestro “dulce
hogar” nos agazapamos en una cueva a comer los “apetitosos” fideos de la
Cheff Mara Vanrre!!! , comida caliente bienvenida para nuestros estómagos- aún
frente a las protestas de la cocinera por su falta de sabor-. Sin embargo,
quedó demostrado su exquisito gusto por la noche, cuando un bicho no
identificado- quién iba a abrir la carpa para comprobarlo??- degustó con su
lengua los restos. Muchhooooo frío, aunque las bolsas de dormir se la re
bancaron.
Cómo subtitularlo? Un día después de la independencia, o mejor dicho día
de la rebelión.
Y sí, no somos precisamente muy sumisas que digamos, así que habiendo bajado
al río Condorito, con un sol espectacular- gracias, Eolo,- viendo que el cruce
no representaba serias dificultades, obvio, lo cruzamos, y del otro lado: qué
se interponía entre nosotras y el Balcón Sur? Bastaría sólo una
prohibición? En el caso de Mara ,definitivamente, no:_” las reglas se hacen
para romperlas”-. Y yo... cómo dejar sola a mi amiga librada a la maldad de
algún puma?. No. El camino estaba muy marcado, lo cual sólo nos hizo reafirmar
nuestra decisión. Fotos y más fotos y siempre atentas a la lejanía de algún
puma. Éste se convirtió en nuestro tercer acompañante, aunque invisible,
siempre presente. Lo que nos hemos reído!!!.
Impresionante
los cóndores y el paisaje. Muy graciosa fue la vuelta, cuando comprobamos del
otro lado, que cualquiera podía vernos y más con nuestro llamativos polars
rojo y turquesa!!!. Mara se ofreció valientemente a dar las explicaciones del
caso llegado el apercibimiento del guardaparque, que, por supuesto, y como no
podía ser de otra manera, nos estaba esperando al terminar el sendero. Cara de
circunstancias...,búsqueda de excusas de último momento... qué no hicieron
falta!!!! Si el tipo nos vio, no dijo ni mu, sólo quería charlar. Balcón
Norte tomando mate con tres muchachos rosarinos. Vuelta al campamento. Habíamos
dejado unas ollas cerca del arrollo para lavar y nos costó un montón
encontrarlas!!!. Cena rica cocinada por otros. Hace frío, aunque menos, nuestro
champagne espera mejor clima- aunque está helado!!!. Nos deleitamos con la
vista de las estrellas en nuestra excursión de madrugada al baño. Mara, no sé
si para hacerme rabiar, admite ver estrellas fugaces.
Bastante viento, se mueven constantemente los pastos y vemos pasar a algún que otro animalito no identificado. Tenemos a nuestras propias mascotas: dos pájaros de pechos rojos, y una atrevido pajarito que quiere nuestras galletitas. Muy abrigadas, bajamos de nuevo al Río Condorito, y a medida que vamos bajando, resguardadas del viento, nos vamos despojando de la ropa. En definitiva otro día de clima bárbaro. Por supuesto, una vez que se rompe un límite y se sale indemne de él, eso no hace más que incentivar el espíritu rebelde, volvimos a cruzar el río y a remontarlo hasta el río Achala. Primero ascendemos entre los tabaquillos y pastos y luego por las piedras hasta que el paso es imposible y nos quedamos a pasar el mediodía y parte de la tarde en ese paraje solitario e imponente. Sol. Siesta. Charla y más charla. El viaje además es terapéutico para el alma: nada queda sin revisar: ni las relaciones frustradas, ni las cómicas etc, etc. El regreso es por los riscos, eso le agrega adrenalina. Cuando subimos no había ni un alma: ni guardaparque, ni acampantes, sólo un viento furioso. Mara, se va llevada por los vientos con su largavista al balcón Norte, yo; al campamento. Me preocupa muchooooo el viento. Por suerte, éste se va_ gracias nuevamente , Eolo,- : Se duerme muyyyy bien. Tema aparte motivo de análisis exhaustivos, nuestros sueños.
Calorcito, como seguimos solas, hacemos un poco de desnudismo: los pájaros agradecidos. Bajamos al curso de agua a lavar/nos , tratamos de contener la cabellera ,pero se hace imposible sin gorro o sombrero. Campamento, mate y con calma a desarmar y a reorganizar lasa cosas. Tipo 12: 30 abrimos marcha. Un solcito increíble. La vuelta se hizo corta. A las 14:30 ya estábamos en la ruta y allí el siguiente panorama: Mara descalza destapando el champagne, yo saboreando caramelos y galletitas de salvado. Al toque- el privilegio de ser mujer- nos para una camioneta que va para Córdoba. Un viaje divertido escuchando cuarteto y bajando a las chapas- un simil simulador de montaña rusa, se ve que al muchacho le gusta la velocidad-. Nos hizo acordar a la camioneta del Lago Queñi. Sebastián nos deja en un bar re coqueto del barrio universitario a siete cuadras de la terminal. Caras de desconcierto total: qué pinta tendremos?. En el baño nos reacondicionamos un poco, nos “civilizamos”. En ese lugar nos comimos todo!!!qué rico!!. El dueño del bar se ofrece a guardarnos las mochilas. Con un poco más de tiempo salimos a recorrer Córdoba capital: la plaza, la catedral, la peatonal; hasta hay tiempo para compras insólitas ( no insistan, no les voy a contar!!! ) y otras que no llegan a concretarse jaja!!. Apuradas por mi puntualidad; llegamos al bar a las 19hs. Allí nos convidan con un jugo a cada una- otro de los privilegios de ser mujer!!). Imperdible la cara de los cordobeses cuando caminando rápido para ir a la terminal los cruzamos en la calle!!! El micro? UFFF!! Un lechero, un poco cansadas para disfrutar de la situación, aún así: momentos cómicos: Mara fastidiosa por no poder dormir, Majo con los lentes de sol para evitar las luces y doña Cora sentada detrás nuestro- y perdiéndose cada vez que iba al baño!!
Llegamos a 197 a las 6 Am.. Qué sueño!!!. Mara se asusta por mi destino al ver las caritas de los muchachos en la parada. Le explico que no se asuste, que así es Zona Norte, y que, además tengo los bastones de Trekking jaja!! Tomo un remís a casa. Mara bajará más tarde en puente Saavedra. No puedo evitar la sensación de cansada alegría y al mismo tiempo preguntarme: ¿Cuál será el próximo viaje???