Tilcara-Calilegua 2006

 

 

AUTOR: Diego H. Menéndez

LUGAR: Tilcara-Altos de calilegua
PROVINCIA/PAIS:
Jujuy, Argentina

FECHA: Abril 2006

Integrantes: Patricia "pato" Andrada, Mara Vanrel y Diego M. 

Travesia Tilcara-San Francisco (Altos de Calilegua):

 

Partimos junto a Pato y Mara muy temprano desde Tilcara en remise. Luego de media hora atravesando un camino en zig-zag nos bajamos del mismo, terminamos de acomodar nuestras mochilas y comenzamos nuestra travesía…

Tilcara

Comienzo

 

 Durante aproximadamente dos horas, caminamos por una senda tan marcada que parecía un camino vehicular. Se podían ver algunos poblados en las cercanías y el hermoso cerro amarillo cada vez mas cerca como marcando nuestro objetivo.

 

 Finalmente llegamos al cerro amarillo, estábamos a su altura; nos encontrábamos en una quebrada y hacia delante se veía un abra…La altura ya se hacia notar, nuestro jadeo era cada vez más intenso. En el horizonte mirando hacia Tilcara podía divisarse el Nevado del Chañi.

La senda ya más angosta y escarpada nos daba la sensación de estar caminando en otro planeta, los colores de la tierra eran realmente increíbles…y se notaba en nuestras botas que iban cambiando de color a medida que el color del terreno nos sorprendía con otra tonalidad.

Era ya el mediodía y llevábamos caminando casi cuatro horas. Por fin alcanzamos el abra lo que daba comienzo a la puna. Cruzamos un puente natural de piedra que cruzaba un arroyo, momento que nos inspiró a tomar un descanso y a comer para recuperar energías.

En ese punto nos cruzamos con un poblador en compañía de su perro, quien aprovecho nuestra distracción para comerse el pan que habíamos cargado desde Tilcara…

El trayecto ya inmerso en la puna atravesaba una gran pampa. Se podía observar otra senda que se abría hacia la derecha la cual nos hubiera llevado hasta el Durazno de haberla tomado. Por suerte nos cruzamos nuevamente con un poblador en el momento oportuno quien nos advirtió de ese otro destino.

Aproximadamente a las 19:00 horas, alcanzamos un balcón natural. La puna terminaba y la vista delante nuestro era imponente…Estábamos aproximadamente a 4200 msnm, podíamos ver las nubes debajo nuestro y los picos más altos asomándose sobre ellas.

Estábamos en  “Puesto Ventura”, allí encontramos un caserío y sus corrales. Decidimos hacer allí nuestra primera anoche.

Al día siguiente nos levantamos temprano y en mucho mejor estado que la noche anterior (en que los efectos de la altura se hicieron notar), emprendimos nuestro segundo día de marcha. El objetivo era “La escuela de Molulo”.

La información que teníamos sobre esta travesía, estaba compuesta por recomendaciones de nuestra amiga  “Majo” y un mapa  realizado a mano alzada por un artesano de la zona de Tilcara a quien habíamos contactado ocasionalmente (Gustavo). Esta desinformación sumada a la posible complicación resultante de las lluvias e inundaciones que afectaban a la zona de Tartagal (Salta) nos hacía pensar que nuestro objetivo de llegar a “San Francisco” (Altos de Calilegua) podria verse frustrado; pero por otra parte a medida que íbamos avanzando la posibilidad de deshacer el camino andado era cada vez más difícil…

Nos habíamos propuesto llegar a molulo y allí decidir si continuar hacia delante (nuestro objetivo) o volver a Tilcara…

El trayecto desde “Puesto Ventura”, resultó magnífico. Los cerros como alfombrados de color verde y la tierra colorada dominaban la escena. Era un sendero que recortaba los cerros en bajada hacia el río donde se encontraba “Huaina Huasi”; este es un lindo lugar para acampar, resultando una opción para hacer la primera noche salteando “Puesto Ventura”.

 

Cruzamos el río en Huaina Huasi y comenzamos a subir nuevamente por los cerros de enfrente.

Fue una larga caminata, atravesando zonas de tierra mucho más colorada de lo habitual y pequeñas zonas de selva que anticipaba lo que sería la selva de Calilegua…

Atravesamos el cementerio de Molulo referencia que teníamos en el mapa de “Gustavo”, señal de estar bien encaminados…pero la escuela no aparecía!

  

 Nos resultó difícil encontrar la escuela dado que esta se encontraba en medio de una tupida vegetación, además estaba oscureciendo y las nubes estaban a nuestra altura, con lo cual nuestra visibilidad se encontraba reducida a unos pocos metros.

Se escuchaban los chicos jugar y ellos al advertir que veníamos bajando comenzaron a gritar para indicarnos el camino, hasta que finalmente llegamos a la escuela.

Fue una linda emoción nuestro arribo, conocer a los chicos y a las maestras. Todos estaban sorprendidos de encontrar tres porteños caminando por esa zona y nosotros de encontrar una escuela con el escudo nacional en esa zona. Nos ofrecieron unas ricas empanadas y donde dormir.

Hasta aquí podíamos volver y de continuar teníamos que llegar a Calilegua sea como sea. Algunos testimonios nos aseguraron que el camino hacia Calilegua si bien estaba complicado era posible, con lo cual decidimos seguir adelante…

Luego de nuestra noche en Molulo, preparamos nuestro equipo, nos despedimos de todos en la escuela y emprendimos nuestro tercer día de marcha hacia “San Lucas”.

Transcurridas casi 8 horas de caminata, llegamos a San Lucas. Era un poblado que si bien pequeño era el más grande encontrado hasta ahora, sus casas se encontraban dispersas en el cerro ya con una vegetación exuberante.

Acampamos en las tierras de Tolaba un amable poblador con quien compartimos unos mates mientras nos contaba “historias de la vida en el cerro”.

Al día siguiente…la última etapa. Se escuchaba el helicóptero de gendarmería sobrevolar la zona abasteciendo las zonas aisladas por las inundaciones ¿podríamos llegar a Calilegua?

Ya no había retorno, había que llegar. El camino se veía bien…claro era solo el comienzo.

La selva se hacía cada vez más espesa, dificultándose seguir la senda con facilidad (el helicóptero cada vez más cerca).

Los arroyos que atravesamos, si bien secos, mostraban que un alud había ocurrido hace poco…De repente la senda se aparta de la selva convirtiéndose en camino de cornisa. El ancho del camino era solo de una persona y para peor cada 20 metros aproximadamente se encontraba interrumpido a consecuencia de los desprendimientos de tierra que las lluvias estaban causando. Hacia abajo el precipicio…

Sin duda esta fue la etapa más dificultosa y una vez superada también fue la más peligrosa!

 Fue una larga jornada, arribamos a San Francisco a las 21:00 horas aproximadamente. Estábamos muy contentos de haber podido realizar esta travesía, muy contentos de haber visto los paisajes que vimos, contentos de haber compartido esa noche en Molulo con los chicos. Todo resultó fantástico. Como diría Fito: “Lo importante no es llegar….lo importante es el camino”.

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